Buenas tardes. De boda de Eugenio y Salustiana. Ella, de negro, como mi madre y mi suegra y casi todas las de entonces. Y chiquejos alrededor que no falten. Apenas veias al señor Fernando con la cámara de retratos en el pecho hayá que ibas detrás de él y al primer intento de cuadrar al personal, todos a meterse por cualquier hueco para salir retratado. Que tiempos. Un saludo.
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Buenas tardes.
De boda de Eugenio y Salustiana.
Ella, de negro, como mi madre y mi suegra y casi todas las de entonces.
Y chiquejos alrededor que no falten. Apenas veias al señor Fernando con la cámara de retratos en el pecho hayá que ibas detrás de él y al primer intento de cuadrar al personal, todos a meterse por cualquier hueco para salir retratado.
Que tiempos.
Un saludo.
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